La redacción

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La narración consiste en contar los hechos que ocurren a unos personajes.

Hay distintas clases de personajes: personas, animales, cosas… Unas veces los personajes son reales. Otras veces son imaginados.

Los hechos pueden ser también reales o imaginados y ocurren en un lugar y en un tiempo.

Cuando redactes los hechos de una narración, debes hacerlo siguiendo un orden porque todos los hechos no se producen al mismo tiempo. Unos suceden al principio; otros luego; otros, al final. Por eso, en toda narración hay:

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1º Un principio.

2º Una parte media, que se llama trama.

3º Un final, que se llama desenlace.

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El principio de una narración

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El principio de una narración se puede hacer de muy distintas maneras. Cuando uno comienza una narración, se pregunta: ¿Qué escribo al principio? ¿Por dónde empiezo?

Hay varias maneras de iniciar una narración:

  • Empezar por el personaje. Ejemplo: “Picassín no era un gato de tejado, Picassín era un gato de tierra. Era de color de gato, leopardés, grandes ojos, grandes orejas y rabo de pincel…!
  • Empezar por el lugar. Ejemplo: “Cerca de donde estaban los tibres, había una cueva impresionante…”
  • Por la impresión personal que nos causaron los hechos que vamos a narrar. Ejemplo: “Ya nunca, nunca, aunque  viva años y años y sea más vieja que nadie, se me olvidará la casa de las montañas…”
  • Por el tiempo. Ejemplo: “Aunque es bastante tarde, todavía hace sol. Es verano y en el campo hace muy buen tiempo…”
  • Por el personaje y el lugar. Ejemplo: “Timotea era una gata madrileña, blanca y negra, de ojos verdes  oblicuos en forma de pez. Vivía en los tejados del barrio de Lavapiés. Era inocente, tierna, traviesa, graciosa, tenía mucha imaginación…”

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La trama de una narración

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Después del principio, hay que contar las cosas que ocurren de modo ordenado, según el tiempo en que ocurren: unas ocurren primero, otras luego, otras después  y otras al final.

Existen unas expresiones que te ayudarán a contar las cosas: inmediatamente, durante un buen rato, enseguida, al atardecer, al instante, al cabo de un año, al poco tiempo, un día, después, mientras dormía, a continuación, ya…

Debes evitar la repetición de algunas de estas expresiones.

Ejemplo:

                Un martes de enero decidieron los dos sextos hacer una excursión a la sierra. Entonces los niños se pusieron muy contentos y entonces fueron a decírselo a sus padres. Después estuvieron preparando sus mochilas, los chubasqueros… Después salieron de sus casas y el autobús los esperaba en la puerta del cole. Entonces el autobús se puso en marcha y entonces sacaron sus primeros bocadillos. Después empezaron a cantar hasta que llegaron. Se lo pasaron genial.

 

Un martes de enero decidieron los dos sextos hacer una excursión a la sierra. Los niños se pusieron muy contentos y al cabo de un rato fueron a decírselo a sus padres. Después estuvieron preparando sus mochilas, los chubasqueros… Más tarde salieron de sus casas y el autobús los esperaba en la puerta del cole. En cuanto el autobús se puso en marcha, sacaron sus primeros bocadillos. Al rato empezaron a cantar hasta que llegaron. Se lo pasaron genial.

 

El desenlace o final de la narración

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Todas las narraciones tienen un final o desenlace. Pero cada una acaba de distinta manera.

Si los hechos que se narran son reales, solo pueden tener un final o desenlace: el que ha ocurrido de verdad.

Si la narración es fantástica, si la has inventado tú, puede tener diferentes finales. Puedes buscarle un final:

  • Inesperado
  • Disparatado
  • Mágico
  • Gracioso

Cuanto más emocionante sea el final, más interesante será tu narración.

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